El curioso y enternecedor perro sin pelo se originó en territorio peruano y está aquí desde antes de que existiera el Imperio de los Incas.
Por decreto ley, debe haber al menos un perro peruano sin pelo en cada uno de los museos levantados sobre monumentos arqueológicos preincaicos ubicados a lo largo la costa nacional como en Caral, la civilización más antigua de América.
Debido a que su temperatura supera a la del ser humano se le atribuyen propiedades curativas contra el reumatismo, el asma, la depresión y otros males.
Por su precoz porte y elegancia, también es un nato perro de concurso.
"Hit the Road, Jack" (Toma tu camino Jack) el tema escrito por el artista de R&B, Percy Mayfield e interpretado por el genial pianista invidente Ray Charles fue considerado por la revista Rolling Stone como el Nº 377 de su «lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos».
Y con razón. El tema siempre fue exitoso. Hasta parecía sonar mejor en un episodio de Saturday Night Live en 1996, que en 1961 cuando la polémica vida privada del cantante estaba en boca de todos y el hit llegó al primer lugar de la lista de ventas.
La canción es un contrapunto entre Ray Charles y sus Raylettes, el coro femenino liderado por Marjorie Hendricks, que era su amante como se ve en la película Ray. Ella se encarga de rechazar con una contundente “No more, no more, no more” las súplicas del pianista agregando que, como ya no tiene dinero, ahora no le sirve para nada.
Una "payasada" muy seria. Cantante de Vallenato deberá enfrentar a la justicia, tutores de menor defienden a presunto agresor y abogados se benefician de video que "quieren" sacar de la red
COLOMBIA (El Espectador.com). En un país ávido de primicias y escándalos, el video del exitoso cantante vallenato Silvestre Dangond Corrales, en el que se le vio tocando fugazmente los genitales a un menor de edad en medio de un concierto público en Patillal (Cesar), fue la comidilla mediática en las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Pero pasado el alboroto y la controversia, desde el pasado miércoles 12 de enero, más allá de las protestas y los comentarios de quienes defienden al artista o de los señalamientos de quienes censuran su conducta, el caso es un asunto judicial que obliga a la Fiscalía a darle trámite, porque ya existe una denuncia radicada.
Lo hizo el abogado Augusto Alfonso Ocampo con el apoyo de tres ciudadanos más, con un documento de seis páginas dirigido a la recién posesionada fiscal Viviane Morales Hoyos. Previamente, la procuradora delegada para la Infancia y la Adolescencia, Ilva Myriam Hoyos, anunció la designación de un Procurador Judicial de Familia para hacerle un “seguimiento especial” al proceso, al tiempo que la concejal de Bogotá Martha Ordóñez le pidió a la Procuraduría y al ICBF apersonarse de la denuncia y hacer valer los derechos del menor de edad que, en su opinión, fue agredido sexualmente.
El tema se volvió tan serio, que Silvestre Dangond tuvo que contratar al abogado Abelardo de La Espriella. Hoy, el denunciante y la defensa preparan sus argumentos y lo que comenzó como un histriónico gesto, propio de las múltiples ocurrencias y excentricidades del artista en tarima en sus concurridos conciertos, se transformó en un asunto de leyes, interpretaciones jurídicas y antecedentes de jurisprudencia. El Espectador indagó entre las partes hacia dónde apunta el pleito, y más allá de los comentarios sobre excesivo puritanismo o disculpa cultural, empieza un debate propio para un país de abogados.
Ninguna mosca se quedará quieta jamás ante la mano que la espanta. Sabe que el humano no puede alcanzarla. Pero sabe también, milenariamente, que cuando el hombre alcanza un poder, lo usa para aplastar.
En Chimbote, la mayoría eligió César Álvarez... para quemarlo como muñeco de Año Nuevo. Y la caja de su famoso panetón parece haber sido hecha a la medida para la cabeza.